14 de Junio 2020
Cuerpo y Sangre del Señor
Año A
El pan del cielo transforma nuestro corazón, haciéndolo demorar en la caridad que nos une entre nosotros y nos rende testimonios de misericordia.
Celebramos este año el Cuerpo y el Sangre del Señor mientras algunos países están con esfuerzo saliendo del lockdown, otros, están todavía bajo severas medidas de precaución. Esto para muchos ha significado, y para otros esta aun significando la imposibilidad de celebrar comunitariamente la Eucaristía. Leemos en el Deuteronomio, que el desierto fue un camino de prueba, a través del cual el Señor probó lo que tenemos en el corazón. El desierto que habíamos visto o estamos viviendo puede resaltar lo que custodiamos en nuestro corazón y puede transformarse en pan vivo que es Cristo. En el momento en el que viene a faltar el signo, debe poder mostrar el fruto que eso ha generado: la caridad nos rende, aunque muchos, un solo cuerpo; la caridad que nos hace ser presentes en la historia con un testimonio coherente de misericordia.
Comentario de la Comunidad de Dumenza
Traducción de dom Elias OSB