En su primera carta Pedro invita los discípulos de Jesús a comportarse con «temor de Dios en el tiempo en que viven aquí como extranjeros». «extranjeros» (paroikias) tiene la misma raíz del verbo que los dos discípulos de Emaús usan cuando, dirigiéndose a su compañero de viaje, no todavía reconocido, le dicen: «solo tu eres extranjero (paroikeis) a Jerusalén!». El paralelo entre los dos textos nos sugiere una idea preciosa. El extranjero Jesús, se hace reconocer con el gesto del partir el pan y con lo que eso significa. De la misma manera la comunidad cristiana, extranjera en su peregrinación en la historia, debe revelar la propia faz y hacerse reconocer a través del amor, consolando la soledad, reencendiendo la esperanza, hace arder los corazones comunicando con ellos el fuego de la pascua de Jesús y de su Espíritu.

Comentario de la Comunidad de Dumenza
Traducción de dom Elias OSB