14 Marzo 2021
IV Domingo de Cuaresma
Año B
En la noche de la cruz brilla la luz de la salvación: Aquel que ha resucitado nos revela el amor de Dios llevándonos a sentarnos en él con el Padre.
2Cr 36,14-16.19-23; Sal 136 (137); Ef 2,4-10; Jn 3,14-21
Los judios piden la señal que indicase la autoridad mesiánica de Jesús, y hasta Nicodemo va a Jesús afirmando conocerlo precisamente por esos signos, lo que todos ignoran es que precisamente Jesús conoce el corazón de todos los hombres. Es aquí que se nos indica cual es el verdadero “Signo” del misterio que lo envuelve y el del Padre que lo envía, es ser alzado en la “Cruz”, nos revela cuánto Dios ama el mundo, al punto de sacrificar a su propio hijo; la cruz es el punto culminante de esta historia, que paradójicamente se convierte el lugar de la máxima manifestación del amor fiel de Dios. Y no obstante nuestra historia de pecado, él cumple su obra salvífica propio al corazón de nuestro rechazo. Hoy en modo definitivo, en medio de las tinieblas resplandece la luz de la salvación.
Comentario de la Comunidad de Dumenza
Traducción de dom Elias OSB